sábado, 6 de junio de 2009

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA 060609


ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria: 6/6/2009 1:42:26 AM
por RICARDO "RITCHIE" PUGLIESE

PADRE AMOROSO

GALATAS 4:6-7 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su hijo, el cual clama: ¡Abba Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Tener a Dios como nuestro Padre celestial es un privilegio muy grande, y además la bendición más excelente. Podemos tener acceso a Él cuando lo querramos y donde lo deseemos, sabiendo que Él nos recibirá con amor. Con libertad podemos acudir a Él diciéndole afectuosamente: - ¡Papi, te necesito! -, pues ese es un privilegio que sólo le corresponde a los hijos. En épocas pasadas, donde en las casas de la gente pudiente había esclavos, la tarea de éstos era simplemente agradar a su señor cumpliendo sus responsabilidades, y por más buenos que ellos fuesen nunca podrían acercarse a su señor, darle un beso o un abrazo, pues hasta podría ser considerado como algo irrespetuoso.

La diferencia era bien clara: Uno era un esclavo que servía por obligación y debía mantenerse a distancia, el otro era el hijo que vivía libremente en la casa y podía acercarse a su padre sin limitación alguna. Muchas veces, como hijos de Dios parecemos más esclavos que hijos. El enemigo de nuestras almas nos ha hecho ver a Dios como un ser insensible y sin amor que quiere que le sirvamos bajo temor. ¡Usted, si ha recibido a Cristo en el corazón, no es un esclavo sino un hijo amado por Dios!, ¡Puede acercarse todas las veces que quiera y decirle: - Papi, te necesito -; - Papi, dame esto… - o – Papi quiero que me abraces…!- Si usted tiene al Señor como su Padre, ¡Viva entonces como un heredero legítimo!

CONFESION DE FE: PUEDO ACERCARME CON LIBERTAD A MI PADRE CELESTIAL

ORACION: Señor, rompe en mi interior esas ataduras espirituales que me están haciendo perder la bendición de ser un heredero de cada una y todas tus bendiciones. Gracias porque ya no soy más esclavo, sino un hijo que con confianza te puede llamar ¡papito! Amén.

Lectura Bíblica para el día de hoy:
1 REYES 1:1-53
HECHOS 4:1-37
SALMOS 124:1-8
PROVERBIOS 16:24

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